Vinos de Burdeos

 

Burdeos es uno de los destinos favoritos de los amantes del enoturismo, una ciudad rica en historia y el lugar de origen de los canelés.

Vinos de Burdeos

Burdeos es uno de los destinos favoritos de los amantes del enoturismo, una región cuya vid da al mundo algunas de las más exquisitas y codiciadas etiquetas para maridar manjares o para degustarse por sí mismas. Es un lugar de piedra dorada que acoge el ambiente romántico de las ciudades francesas y cuya rica historia, reflejada en sus inmuebles, nos transporta inevitablemente a su época de esplendor en el siglo XVIII. Estamos hablando de la ciudad de Burdeos.

 

Hubo un tiempo en que los viajeros asociaron a esta ciudad únicamente con sus exclusivos vinos; de ahí que se le conociera como “La Bella Durmiente”. No obstante, los grandes esfuerzos que se han realizado en torno a su desarrollo urbano, han despertado a este destino ante los ojos del mundo y de las más importantes organizaciones internacionales como la UNESCO, la cual declaró su Centro Histórico Patrimonio de la Humanidad en 2007. EditAquí tienes una versión mejorada y ampliada del texto sobre Burdeos:

 

Durante mucho tiempo, Burdeos fue conocida principalmente por sus exclusivos vinos, lo que le valió el apodo de “La Bella Durmiente”. Este sobrenombre hacía alusión a una ciudad que, a pesar de su riqueza vinícola, parecía adormecida en otros aspectos. Sin embargo, en las últimas décadas, Burdeos ha experimentado un renacimiento espectacular.

 

Gracias a ambiciosos proyectos de renovación urbana y a una visión que busca equilibrar su rica herencia con la modernidad, Burdeos ha despertado ante los ojos del mundo. Este renacimiento no ha pasado desapercibido para las organizaciones internacionales. En 2007, la UNESCO reconoció el valor excepcional de la ciudad al declarar su Centro Histórico como Patrimonio de la Humanidad, un título que abarca más de 1.800 hectáreas, convirtiéndolo en uno de los conjuntos urbanos de este tipo más grandes del mundo.

 

El resurgimiento de Burdeos va más allá de la preservación de su pasado. La ciudad ha abrazado la innovación, con la creación de espacios públicos modernos, un sistema de tranvía eficiente y ecológico, y la revitalización de sus muelles. La Cité du Vin, un museo interactivo dedicado a la cultura del vino, simboliza perfectamente esta fusión entre tradición e innovación.

 

Para los enófilos, Burdeos sigue siendo un paraíso. Las regiones vinícolas circundantes, como Médoc, Saint-Émilion, y Graves, ofrecen experiencias únicas de cata y recorridos por bodegas centenarias. Aquí, los visitantes pueden degustar desde los grands crus más prestigiosos hasta descubrir gemas ocultas de pequeños productores.

 

Pero Burdeos es mucho más que vino. Su escena gastronómica floreciente, que combina la tradición culinaria francesa con influencias modernas, complementa perfectamente su oferta vinícola. Los mercados locales, como el Marché des Capucins, ofrecen una ventana a la riqueza de los productos regionales.

 

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BURDEOS Y ALREDEDORES

En tu viaje a Burdeos, uno de los espacios más emblemáticos que sin duda reconocerás es la majestuosa Place de la Bourse. Esta plaza, cuya construcción en el siglo XVIII se extendió por dos décadas, no es solo un testimonio de la arquitectura neoclásica francesa, sino también un símbolo de transformación urbana.

 

La Place de la Bourse marcó un hito en la historia de Burdeos al representar la apertura de las murallas de la ciudad, rompiendo así con la estructura urbana medieval que había definido su paisaje durante siglos. Este cambio arquitectónico reflejó una nueva era de apertura comercial y cultural para Burdeos.

 

Al situarte frente a esta plaza rectangular, flanqueada por el imponente Hôtel des Fermes y el elegante Hôtel de la Bourse, te encontrarás ante un desafío fotográfico: capturar su inmensidad. Te recomendamos usar un gran angular para lograr una toma que haga justicia a la grandeza del lugar. No olvides incluir en tu encuadre el espejo de agua, una innovación moderna que refleja las fachadas históricas, creando un juego visual fascinante entre el pasado y el presente.

 

Continuando con tu recorrido fotográfico, no puedes dejar de visitar uno de los sitios más fotografiados de Burdeos: la Esplanade des Quinconces. Esta plaza monumental, que abarca impresionantes 12 hectáreas, ostenta el título de la más grande de Europa. En su centro se erige el majestuoso Monument aux Girondins, un tributo a los girondinos, facción política de la Revolución Francesa, y no al club de fútbol como algunos visitantes podrían pensar inicialmente.

 

La Esplanade des Quinconces es un espacio vivo y dinámico que requiere varias horas para explorarlo completamente. Su amplitud la convierte en el escenario perfecto para numerosos eventos artísticos, deportivos y ferias que animan la vida cultural de Burdeos a lo largo del año. Si tu visita coincide con alguno de estos eventos, prepárate para una experiencia aún más enriquecedora.

 

Para los amantes de la filosofía y la historia, la Esplanade ofrece un atractivo adicional: las imponentes estatuas de dos de los filósofos más renombrados de Francia, Montaigne y Montesquieu, ambos nativos de la región de Burdeos. Estas figuras no solo adornan la plaza, sino que también rinden homenaje al rico legado intelectual de la ciudad.

 

El punto focal de la Esplanade, el Monument aux Girondins, es una obra de arte en sí misma. Además de sus impresionantes fuentes de bronce, que ofrecen un espectáculo visual cautivador, el monumento está coronado por una columna que sostiene una estatua de la Libertad rompiendo sus cadenas. Esta poderosa imagen simboliza los ideales de libertad y democracia que inspiraron la Revolución Francesa y que continúan resonando en la identidad de Burdeos y de Francia en general.

 

 

Al recorrer estos espacios, estarás caminando no solo por algunos de los lugares más fotogénicos de Burdeos, sino también a través de la historia viva de la ciudad. Cada piedra, cada estatua y cada plaza cuenta una historia de transformación, resistencia y renacimiento que ha moldeado a Burdeos a lo largo de los siglos.

 

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RUTA DEL VINO EN BURDEOS

Burdeos ofrece un fascinante recorrido por la historia y la cultura a través de sus monumentos emblemáticos como la Torre Pey-Berland, la Catedral de San Andrés, la Cité Frugès y el Château de la Brède. Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de jardines y castillos como el Château de Vayres o Château de Cazeneuve, mientras que los entusiastas del arte y la historia tienen a su disposición once museos que abarcan una amplia gama de temas.

 

Sin embargo, para una experiencia verdaderamente bordelesa, en Vinzeta recomiendamos explorar las rutas del vino. La innovadora ruta urbana del vino, con un costo de 49 euros, ofrece en medio día la oportunidad de visitar un viñedo, sus bodegas y catar diversas etiquetas. Por otro lado, la ruta por los terroirs de Burdeos, por 38 euros, te lleva a míticos castillos y viñedos en regiones como Sauternes y Saint-Emilion, donde podrás maravillarte con cavas que albergan más de 1,000 barriles de exquisitos tintos.

 

Para culminar tu visita a esta ciudad llena de historia y sabor, no olvides llevarte un recuerdo. Las opciones de souvenirs incluyen desde botellas del afamado vino Bordeaux y accesorios decorados con motivos vinícolas, hasta los deliciosos canelés, los pastelitos típicos de Burdeos. Cada una de estas experiencias y recuerdos te permitirá llevarte un pedazo de la esencia de Burdeos, una ciudad que ha sabido combinar magistralmente su rico pasado con su renombrada tradición vinícola, ofreciendo a los visitantes una experiencia única que cautiva todos los sentidos.