¿Es el vino más barato que el agua?

 ¡Pide que descorchen una botella porque en estos destinos, es el vino más barato que el agua!

Degustar los vinos producidos en países como Chile, Argentina o Italia, además de ser un deleite, es un lujo que los amantes del vino les gusta darse. Sin embargo, no todos los destinos fueron creados iguales y, en algunos casos, este producto de la vid llega a ser económicamente más accesible que una botella de agua. ¡Excelentes noticias!

 

Ahora bien, antes de pedir que descorchen la botella, te diremos a dónde viajar para disfrutar un vino de mesa tan ligero para tu bolsillo como un vaso de agua.

 

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Tienes que conocer este destino

En Australia, si comparas una botella de 350 ml de agua que regularmente cuesta 2.5 dólares australianos (1.7 USD) con una botella de vino blanco de 750 ml de marca reconocida, notarás que esta supera el costo del agua apenas por 40 centavos. Por su parte, un tinto de 375 ml puede estar disponible incluso por 1 dólar australiano (70 centavos de USD). Esto se debe en gran parte a que la demanda internacional de vinos australianos se ha reducido, devolviendo entonces el producto al mercado doméstico que lo consume por un precio inferior.

 

Sin embargo, si te gustan los vinos frescos y afrutados que además son consistentes en calidad, este destino es para ti. Entre las principales regiones que debes visitar están Barossa Valley, famosa por su Shiraz robusto, McLaren Vale, admirada por su Sauvignon Blanc, y Mudgee, especializada en tintos como el Merlot.

 

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¿Y si hacemos un pícnic en frente del río Sena?

Francia, la joya turística del mundo, atrae a millones de visitantes cada año con su incomparable riqueza cultural, su exquisita gastronomía y sus renombrados vinos. Aunque viajar a este país puede representar una inversión considerable, los verdaderos conocedores entienden que el lujo no siempre se mide en euros, sino en la creación de experiencias inolvidables en escenarios de ensueño.

 

Para vivir la esencia francesa sin comprometer tu presupuesto, te sugerimos una experiencia auténtica y accesible: prepara una canasta de picnic con una crujiente baguette recién horneada, una selección de quesos locales y embutidos artesanales. Luego, dirígete a las orillas del majestuoso río Sena, donde podrás disfrutar de un día de campo con vistas incomparables a los monumentos parisinos.

 

Lo mejor de todo es que podrás coronar esta experiencia con una botella de vino francés de calidad por tan solo 3 euros (aproximadamente 3.2 USD), demostrando que en Francia, el placer y el buen gusto no tienen por qué ser prohibitivos. Esta combinación de sabores, aromas y paisajes te transportará al corazón de la cultura francesa, creando recuerdos que perdurarán mucho más allá de tu viaje.

 

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España y su “menú del día”

Al aventurarte en la escena culinaria de este fascinante país, te encontrarás con una agradable sorpresa: el popular “menú del día”. Esta opción, omnipresente en la mayoría de los restaurantes locales, es un verdadero tesoro gastronómico que combina calidad, variedad y excelente relación calidad-precio.

 

Por un precio sorprendentemente asequible, que oscila entre los 8 y 13 euros (aproximadamente 9 a 14 USD), podrás disfrutar de una experiencia culinaria completa. Típicamente, este menú incluye un primer plato, un plato principal, y un postre. Pero lo que realmente distingue esta oferta es la inclusión, para deleite de muchos visitantes, de una copa de vino de la casa o una cerveza local, todo dentro del precio.

 

Es fundamental comprender que en este destino, la comida trasciende la mera alimentación; es un ritual social profundamente arraigado en la cultura local. La mesa no es simplemente un lugar para comer, sino un espacio sagrado para la convivencia, el intercambio de ideas y la creación de conexiones significativas.

 

En este contexto, el vino juega un papel crucial, actuando como un catalizador social que desinhibe y fomenta conversaciones animadas. Te animamos a aprovechar esta atmósfera única para interactuar con los lugareños. Mientras compartes unas tapas y saboreas tu vino, podrías descubrir historias fascinantes, obtener consejos locales invaluables o incluso forjar nuevas amistades.

 

Recuerda que la degustación pausada y la charla amena son parte integral de la experiencia gastronómica local. No te apresures; disfruta cada bocado, cada sorbo y cada momento de interacción. Esta inmersión en la cultura local a través de la comida y la bebida añadirá una dimensión inolvidable a tu viaje, creando recuerdos que perdurarán mucho más allá de tu estancia.

 

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Vinos de Croacia

En la hermosa ciudad costera de Dubrovnik, Croacia, los amantes del vino se encontrarán con una agradable sorpresa que desafía las expectativas convencionales. En este paraíso mediterráneo, es posible disfrutar de una copa de vino local por aproximadamente 8 kunas croatas (alrededor de 1 USD), mientras que curiosamente, una botella de agua puede llegar a costar 15 kunas (cerca de 2 USD).

 

Este fenómeno peculiar se debe principalmente a la abundancia de pequeños productores locales de vino en la región. Aunque estos viñedos pueden no gozar de reconocimiento internacional, ofrecen vinos de extraordinaria calidad que reflejan la rica tradición vinícola de Croacia.

 

Para los aficionados al vino blanco, el Malvasía es una elección imprescindible. Este vino autóctono se caracteriza por su aroma intenso y seductor, con notas florales y frutales que cautivan los sentidos. Su sabor, que oscila entre el seco y el ligeramente dulce, ofrece una experiencia gustativa única, con toques de miel, almendras y frutas maduras que danzan en el paladar.

 

Por otro lado, los amantes del tinto encontrarán en el Terrano un verdadero tesoro enológico. Este robusto vino tinto, originario de la península de Istria, se distingue por su color rojo intenso y su carácter audaz. Con su cuerpo medio a completo, el Terrano despliega sabores de frutas rojas maduras, notas especiadas y un toque de mineralidad que lo convierten en el acompañante perfecto para los embutidos locales y otros platos contundentes de la gastronomía croata.

 

La experiencia de degustar estos vinos locales va más allá del simple placer gustativo; es una inmersión en la cultura y la tradición de Dubrovnik y sus alrededores. Cada sorbo te conecta con la tierra, el clima y la historia de esta región, ofreciendo una perspectiva única de la identidad croata a través de su viticultura.

 

Te animamos a explorar las enotecas y bodegas locales, donde podrás descubrir una amplia variedad de vinos croatas y aprender sobre los métodos de producción tradicionales que han pasado de generación en generación. No dudes en pedir recomendaciones a los lugareños o al personal de los restaurantes; su conocimiento y pasión por los vinos locales enriquecerán enormemente tu experiencia gastronómica en Dubrovnik.